Hay puertas que da miedo atravesar,
como la que lleva a las emociones del corazón.
Entrar en una misma es descubrir todo lo que un día dolió
y aún se encuentra agazapado en una esquina,
sin estorbar,
pero esperando olvido.
La nostalgia,
el rincón reservado a lo que amaste y hace falta,
realmente falta,
cada día.
El hueco de los sentimientos del ahora,
obligados a estar latentes a ratos,
para permitirte respirar el tiempo que te sobra,
el que no te dedicas a pensar en ellos
y en cuanto escuecen.
El espacio de la inquietud
o como será mañana lo que ya hoy no es.
Si habrá besos nuevos o besos de retorno.
Si habrá versos insólitos o versos anclados
que solo saben hablarme de ti.
El deseo pide paso desde un recóndito lugar,
tan perdido que se escuchan lejanas
las ganas de escapar,
salir de aquí,
de mí…
Huir de nuestras profundidades,
salir a flote,
a la realidad tangible.
La única manera, a veces, de sobrevivir.
Y sobrevivirnos.
👍👍👍
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