Reto creativo: un mes de escritura

La escritora y editora Elena Medel propuso en su Instagram el reto creativo desarrollado durante agosto y denominado “Un mes de escritura”, ofreciendo a todos aquellos que quisiesen sumase, e inspirada por otros autores, obras, etc., una propuesta diferente cada día.

La idea me pareció atractiva desde el principio y, aunque hubo días que la actividad no resultó fácil, me ha servido para entrenar la constancia y para analizar mi propia escritura, para darme cuenta de mis errores, de mis repeticiones –de ideas, de palabras…-.  También para retomar textos y autores que me entusiasman. E, incluso, han surgido párrafos que quizá inspiren versos o historias del futuro.

En Instagram acompañé cada texto de una imagen (en algunos casos por exigencia del ejercicio de ese día), aquí ofrezco solo lo que fui escribiendo (los títulos resumen la propuesta de cada día). Espero que lo disfrutéis tanto como yo. Ahí va:

DÍA 1. ESCRIBE TU PROPIA VERSIÓN DE «ME ACUERDO»

Me acuerdo de ella sentada en el sillón de siempre, con los vestidos que llevaba desde hacía años y que, sin embargo, nunca parecían desgastados. Cada tarde el mismo ritual. Apoyaba la cabeza sobre una de sus manos. Creo que era la izquierda. Me gustaban sus manos, los caminos de arrugas que llegaban hasta las uñas que alguna vez le pinté.

Además, me gustaba observarla desde la discreción, inventando los pensamientos que recorrerían su mente, implorando que no le doliesen sus emociones ni sus recuerdos. Ella también observaba. Pero no a mí. O no solo a mí. Contemplaba la vida tras el cristal. Sobre todo en los últimos años. Lo miraba todo sin fijarse en nada. Eso es lo que yo creía.

 

DÍA 2. ESCRIBE ALGO QUE TE HAYA OCURRIDO HOY

En mi entorno he escuchado mucho eso de «chica precavida vale por dos». Esta mañana me olvidé de serlo y en mitad de la caminata matutina que suelo hacerme a diario en verano, el mp3 decidió quedarse sin batería. Tiré de móvil y aunque la opción aleatoria de la aplicación no está mal, me impedía seleccionar la melodía que quería que acompañara a mis pasos. Y eso es un fastidio. Sobre todo porque a mi fiera le gusta elegir la música que la amansa.

 

DÍA 3. MIRA AL FRENTE, A LO PRIMERO QUE VEAS, Y ESCRIBE

Tengo frente a mí la silla de playa. Hoy he decidido pasar un rato tumbada en la toalla. Tras ella, decenas de familias empiezan a situarse, a reservar la parcela donde pasarán el día. Es agosto, es domingo, es jornada -para muchos- de comida en la playa. Pero no son ellos quienes me distraen.

Es la silla la que se pone ante mis ojos y llama mi atención. Ella, que lleva dos veranos soportando el peso de mi cuerpo y de mi vida: alberga la necesidad de mi descanso en los primeros días de vacaciones, sujeta las emociones de mis lecturas estivales, permite los sueños mientras contemplo el mar y es, sin embargo, incapaz de retener los nervios del futuro inmediato.

Para una profesora interina el verano también es sinónimo de inquietud. Así que en ella me sentaré, una vez más, a esperar que se me despeje septiembre.

 

DÍA 4. ÉCFRASIS. ESCRIBE  BASÁNDOTE EN EL CANTO DE LAS ESPIGAS DE MARUJA MALLO

¿Qué contemplan sus ojos? Tres direcciones. ¿Qué hay en los horizontes de esa mirada inquietante? Solo aquello que traspasa la retina podría dar respuesta al resto de mis preguntas: ¿Por qué sus manos se alzan? ¿Por qué se rodean?

-1939. El horror. Mis manos están limpias de la sangre que se ha derramado en esta contienda. En uno y otro bando. Miro al frente, al futuro. Vosotros. Abrazad el recuerdo: que nada se repita, que no haya olvido.

 

DÍA 5. SIÉNTATE Y ESCRIBE SIN PLANIFICARLO PREVIAMENTE

Mi mente va más rápido que mis manos.

No pasa nada.

No está pasando nada hoy: he ido al banco, a la frutería, a la carnicería, al supermercado, he almorzado, he dormido la siesta y me he despertado bruscamente de ella por los ruidos que venían del piso de arriba. También fui a la papelería y me compré un libro al que le tenía ganas desde hace tiempo a un precio bastante razonable. Historia de una maestra de Josefina Aldecoa. En un rato quizá vaya a la playa.

Hago cosas, corren los minutos, pasa la vida. Y aún así, siento que no pasa nada.

 

DÍA 6. REESCRIBE UN TEXTO CAMBIANDO UNA PALABRA

Desde que descubrí la poesía y aforismos de Karmelo Iribarren, hace tres o cuatro años, me acerco a sus palabras sabiendo que hay tanta verdad en ellas que a veces es irremediable el golpe que nos pone sobre la tierra o el nudo en la garganta.

Casi me ha dado pudor cambiar una palabra de uno de los poemas que más me gustan y al que vuelvo muy a menudo, siempre que quiero encontrar la fórmula. Así es como se llama: La fórmula. Y hoy pongo en singular y en femenino ese «preparados» de la primera oración para recordarme de qué va a esto.
Ahí va:

Hay que estar preparada para lo peor

y disfrutar de lo bueno. Esa es

la fórmula. Saber que nada es duradero;

que la palabra siempre es engañosa,

falsa, equívoca; que lo que hoy nos une

eternamente, mañana será polvo, odio quizás,

historia de la mala; que la vida se venga

en la felicidad. Saber que será así,

o podrá serlo. Y vivir como si el tiempo

nos debiese algo, como si fuese nuestro,

exigiéndole al contado lo que nos pertenece.

 

DÍA 7. ESCRIBE SOBRE UN 8 DE AGOSTO PASADO

Hace 21 años nadie imaginaba que aquel sería tu último verano. No recuerdo exactamente qué hacíamos ni dónde estábamos, pero lo intuyo. Seguramente aquí, en las mismas coordenadas desde las que ahora escribo.
Aún puedo evocar tu rutina estival: Te levantabas temprano, comprabas El País, lo grapabas -siempre lo hacías-, íbamos a la playa, te tomabas una cerveza en algún bar del paseo marítimo y, a estas horas de la tarde, mientras terminabas de leer el periódico -si es que el abuelo no se había adelantado a quitártelo- ya pensabas en la siesta.
Hablábamos, nos reíamos, disfrutábamos, inventábamos. Cuánto extraño aquellas cosas cotidianas, simples.
La vida.

Cuánto extraño tu vida.

 

DÍA 8. ESCRIBE UN TEXTO CUYAS PALABRAS REMITAN A OTROS SENTIDOS

Las emociones también se derrumban.

A veces un gesto, una mirada, te niega todo lo que tú creías, o querías,

que fuese una afirmación para los días venideros.

De pronto el caos, el desorden, la vida del revés.

Te ves haciendo equilibrio sobre un hilo a punto de deshilacharse.

Las palabras se han quedado mudas en los labios de los otros;

o quizá, de manera temporal,

tú has perdido la capacidad de entender al resto.

La distancia abismal entre el idioma que hablan los demás y el que tú no consigues articular.

También entre nuestras lenguas.

Tu cuerpo se convierte en un lugar inhabitable: sobra la piel, falta oxígeno.

Sin embargo, consigues escuchar ese sonido atronador:

se aceleran los latidos por el miedo a la oscuridad en la que todo se ha sumido

Y entonces ocurre: el corazón se rompe.

Crac.

DÍA 9. ABRE EL PERIÓDICO, ELIGE UN TITULAR ( La Guardia Civil alerta del peligroso reto viral de contactar por Whatsapp con el `vecino de número´) Y ESCRIBE

¿Para cuándo el reto viral de desconectar de Whatsapp, de redes, de las pantallas…al menos por unas horas?
¿Para cuándo el reto de prestar atención y poner interés en lo que dice la vecina, la amiga, alguien de tu entorno sentado a tu lado? ¿Para cuándo el reto de escribirnos y decirnos algo? ¿Para cuándo el reto de perderle el miedo a las palabras y expresar, al fin, lo que de verdad queremos, sentimos, anhelamos?

Me pregunto todo esto tras consultar la edición digital del diario Público y lo anoto, después, en la Samsung Notes de mi Smartphone, sabiendo que hoy tampoco te llegará el mensaje que tengo atravesado en la garganta y así, así, será imposible que me escuches.

¿El primer paso será reconocerlo o esto ya no tiene remedio?

DÍA 10. ¿QUÉ HAS SOÑADO?

Esta noche no ha ocurrido nada extraordinario: no hubo aventuras, persecuciones, ni aparecieron quienes ya nunca estarán a contarme lo que ya no podré oír de ellos.

Vagos recuerdos del sueño.

Sé que estaba rodeada de gente. Seguramente de confianza porque me sentía bien, cómoda: amigos, compañeros,… No apreciaba sus caras, suele pasarme a menudo. Tampoco puedo describir el lugar pero estábamos sentados alrededor de una mesa. Quizá un bar. Conociéndome, de hecho, es bastante posible que estuviese en un bar.

Lo que sí recuerdo es que en algún momento yo insistía en que debía recordar todo lo que estaba sucediendo para contarlo en el reto creativo de Elena Medel.

Ahora todo es impreciso.

Eso también me pasa a veces: cuanto más empeño pongo en algo, menos me sale.
Por eso no sé cuánto de sueño y de realidad hay en estas palabras.

 

DÍA 11. CUENTA UN SECRETO EN TU TEXTO

No sabe cuántos minutos lleva bajo la ducha. El agua, fría.  Le gusta perder la noción del tiempo y le resulta placentero creer que todo seguirá igual cuando salga del baño, como si la vida se hubiese parado al cerrar esa puerta. Ella, en cambio, no es la misma persona que entró. El agua se lleva los restos de gel que se derraman por su cuerpo. También aclara los pensamientos que resultan más tormentosos y hay días que su cabeza es una confusión de truenos y relámpagos.

Pero allí se olvida de todo. Incluso parece que ha dejado de molestarle la herida que se hizo la otra noche con una piedra por no poner atención al pisar. Y al pasar. Por la falta de luz.

Cierra el grifo. Quedan un par de burbujas sobre su piel. Las romperá el aire, el roce de la toalla. Todo acaba rompiéndose. Todo es efímero.

DÍA 12. MEDIA CUARTILLA Y ALGO DE TINTA, ¿QUÉ NECESITAS ESCRIBIR?

No dudes más de ti. Claro que te has equivocado muchas veces, como los demás. Tus errores no te definen. Tienes derecho a hacer lo que quieras, cuando quieras, donde quieras y con quien quieras. Sin explicaciones. Eres libre. Tú debes ponerte tus normas, determinar tus valores y es a ti, y a todo eso, a lo que no debes traicionar.

Confía en ti. Confía en tu cuerpo, en lo que sabes, en lo que haces, en lo que sientes, en los caminos que tus pasos quieren recorrer.

Y no inventes. No inventes historias a menos que vayas a plasmarlas en un papel y convertirlas después en un libro de relatos. O en una novela. No te hagas daño.

Y quiérete. Sobre todo eso. En realidad, todo podría resumirse en eso: que te quieras. Mucho. Siempre.

DÍA 13. ESCRIBE DESDE OTRO LUGAR, DESDE OTRA IDENTIDAD

El reto de hoy me pilla leyendo Una habitación propia de Virginia Woolf y cuando he leído la propuesta, y sin saber muy bien por qué, mi cabeza se ha ido directamente a uno de los libros que más me ha gustado trabajar en clase (y que siempre recomendaré): Los girasoles ciegos de Alberto Méndez. Un libro de relatos sobre los vencidos, los perdedores de la Guerra Civil. Al acordarme de esta obra enseguida he caído en la cuenta de que, aunque hay varios personajes femeninos de gran importancia para el desarrollo de las historias, ninguna de esas mujeres es voz narrativa. Y ellas también perdieron. Así que hoy quiero ponerme en la piel de Elena (la madre de Lorenzo, de Elena, la mujer de Ricardo), inventar, imaginar y darle la oportunidad de expresar, en primera persona, su punto de vista, sus emociones en aquella historia:

Estaba muy cansada. Mi cansancio era sinónimo de infelicidad. Mi vida se sustentaba en el silencio. Y no solo en el que se imponía en casa por miedo a que descubriesen a Ricardo. Sino, y sobre todo, en el que representaba todo lo que yo me callaba.

El silencio que escondía mi angustia por no saber nada de Elena y, al mismo tiempo, ese silencio era anhelo por conocer algún día a mi nieto.

Mi silencio era también dolor por la infancia que le estábamos dando a Lorenzo, por someterlo a una educación con la que no predicábamos, por estar enseñándole que ocultar la verdad era la forma de sobrevivir.
Mi silencio era frustración porque yo era una mujer sometida: a las preguntas, a las miradas, a los repugnantes deseos de quienes entonces ejercían su poder. El abuso de los poderosos.

Aquella mañana, cuando grité, supe que se acabaría el sigilo. Y fue justo entonces cuando yo perdí las ganas de contar lo que guardaba en mis silencios.

DÍA 14. ESCRIBE UN TEXTO QUE ADIVINE EL FUTURO

Año 2025. Desde mi ventana veo el mar. En calma. Acaricio el tatuaje de mi brazo. Una palabra. Miro al horizonte, las líneas paralelas que forman los azules del agua y el cielo. Equilibrio. Cada día. Todos los días.

DÍA 15. ESCRIBE UN TEXTO CONSTRUIDO CON UNA ENUMERACIÓN

La cotidianeidad de Candela, la pasión de Gael, la experiencia de Dora, las rarezas de Keiko, la nostalgia de Antonio, los recuerdos de Ángela, la verdad de Manuel, el miedo de Bruna, los accidentes de Frida, las enseñanzas de Gabriela.

Ellas y ellos han sido algunos de los protagonistas de las historias que he leído en los últimos meses.
La literatura es como la vida.

O al menos se le parece.

DÍA 16. RESCATA UN TEXTO ANTIGUO Y LÉELO DESDE LA PERSONA QUE ERES HOY. CORRÍGELO O REESCRÍBELO

Hace seis años le perdí el miedo a hacer públicas, a compartir, mis historias, mis emociones, mis reflexiones con un relato que titulé Ella trazó el camino (puede leerse entre las primeras entradas de este blog). Hoy releo aquellas líneas dándome cuenta de cuánto ha cambiado la vida desde entonces. También la de la protagonista de aquella historia. Hoy, Ella trazó el camino podría convertirse en El camino que tracé:

Amanece con poca ropa, despeinada y con más sueños que sueño. Lo primero que hace es subir las persianas y abrir la ventana; incluso en invierno. Siente que así es como entra un nuevo día en su vida. Si en ese momento pasa alguien caminando o algún coche, no puede evitar imaginar el origen y destino de sus pasos. Inventando desde bien temprano.

Se ha olvidado de la melancolía por lo que no fue, no hay recuerdos pegados a sus sábanas, se borraron las huellas de las promesas incumplidas…

Mientras toma café, se agradece las decisiones tomadas, los giros bruscos que marcaron su destino durante un tiempo, el no haber abandonado la carrera. El futuro sigue siendo incierto, nadie podrá desvelarle los secretos de los días venideros, pero se mantiene intacta la certeza del lugar al que no quiere volver.

Y además ha descubierto que es en el presente donde se está bien.

DÍA 17. TOMA UN TEXTO BREVE AJENO QUE TE GUSTE Y TERMÍNALO CON UN TEXTO TUYO QUE SUME, TRANSFORME, COMPLEMENTE…

Hoy es el 83 aniversario del asesinato de García Lorca. Solo podía escogerlo a él y uno de los fragmentos que más me gustan de su obra Bodas de Sangre:

¡Ay que sinrazón! No quiero

contigo cama ni cena,

y no hay minuto del día

que estar contigo no quiera,

porque me arrastras y voy,

y me dices que me vuelva

y te sigo por el aire

como una brizna de hierba

¡Qué deseo irrefrenable!

Arde la piel si te imagino

queman las sienes si te pienso.

El querer se desata desde mi cuerpo:

late la pasión allí donde se origina la vida…

Y lo siento.

Siento que también es amor.

DÍA 18. CUENTA UNA MENTIRA

Aún no podía creerme que estuviese allí, que me hubiese prestado a hacerlo. Ahora me daba cuenta de que no había valorado los riesgos. Me había podido la ambición y quizá esta vez hubiese llegado demasiado lejos. Sobre todo porque no me había importado poner en peligro a Carlos que, desde el otro lado de la mesa y sin saber absolutamente nada, me sonreía y hablaba relajado mientras se tomaba una copa de vino. No prestaba ninguna atención a lo que me contaba, no lo escuchaba, como si estuviésemos a kilómetros de distancia. Mi interés se centraba en lo que pasaba justo detrás de él: varios altos cargos del partido y aquel juez. Todos animadamente intranquilos. También yo, que tenía que ser capaz de hacer la fotografía que haría que todo saltase por los aires.

DÍA 19. ESCRIBE SOBRE UNA PALABRA

Equilibrio.

Equilibrio era… jugar a no salirse del camino que marcaban las aceras.

Equilibrio es…

La línea continua de una carretera.

El horizonte azul que separa cielo y océano.

Los cables que nos mantienen comunicados.

Las rayas de la libreta sobre las que escribo.

También, sobre todo, hacer malabarismos sobre la vida real.

Equilibrio será…

Descubrir que el equilibrio es otra cosa:

la conquista de la armonía que hay en ti.

DÍA 20. INVENTA UNA HISTORIA PARA ESTA IMAGEN (En el tocador de Zinaída Serebriakova)

A Clara siempre le ha gustado trastear en los cuartos ajenos, especialmente en el de la abuela Lola. Siempre le había parecido una mujer presumida así que su tocador era como un tesoro que invitaba a la coquetería.
Recordaba esconderse de niña allí y podía pasarse horas y horas tocando todo lo que encontraba a su alcance.
Acababa de levantarse. Olía a café en toda la casa y escuchaba a Lola hablando sola en la cocina. Al pasar por el dormitorio no pudo evitar entrar y contemplar que todo seguía igual que cuando ella era apenas una niña. Volvió a la infancia e hizo todo lo que hacía entonces: inventarse a sí misma y reírse de sus ocurrencias.

DÍA 21. ESCRIBE UN HAIKU

La tarde se va

y no alzamos el vuelo.

Libertad presa.

DÍA 22. ESCRIBE UN POEMA DE AMOR/DESAMOR SIN QUE LO PAREZCA Y SIN USAR DETERMINADAS PALABRAS

Lluvia.

Impetuosa e incesante.

El mar ruge con cada gota que cae sobre él.

Herido.

Como si el mundo se fuese a acabar.

Y, en realidad,

¿quién puede augurar lo que quedará tras este aguacero?

Me miro en los charcos y no aparece mi reflejo.

Soy una sombra…

                                 sin luz.

DÍA 23. TOMA UN LIBRO, FÍJATE EN LA FRASE QUE APAREZCA Y SIGUE ESCRIBIENDO (El punto de partida es una oración de La loca de la casa de Rosa Montero)

Entonces, en su soledad de momentáneo superviviente, escribió con meticulosidad todo lo sucedido. Y lo hizo comenzando por el final: él no era un superviviente, sino un asesino. Meses antes de la travesía fue ideando cómo iría matando uno a uno al resto de los compañeros de la expedición sin dejar huellas, sin que nadie pudiese sospechar de él. Aquella aventura tenía sus riesgos y eso es lo que justificaría que solo él hubiese llegado hasta la isla. Y entonces la fama, las entrevistas, los reconocimientos institucionales…lo que llevaba soñando años, para lo que se llevaba preparando semanas. El plan era perfecto. O casi. Porque había un detalle con el que no había contado…

El sonido de su teléfono interrumpió su escritura. Era su amigo Hank Jackson para comunicarle que había conseguido que entrase en el proyecto de investigación de sociedades indígenas que llevaría a cabo la universidad. ¡Bingo!

DÍA 24. ESCRIBE UN TEXTO QUE NO EXPLOTE Y QUE NO SUPERE LAS DIEZ LÍNEAS (en word no las supera ;))

Todo le salía mal esta mañana. Justo el día que necesitaba todo lo contrario. Había pasado la noche despertándose, nerviosa por todo lo que estaba a punto de ocurrir y, al final, había terminado quedándose dormida. Eran solo 10 minutos, un mínimo retraso que no debía entorpecerla pero que le había puesto, inevitablemente, de mal humor. Ahora tendría que renunciar a parte del desayuno. Puso a calentar agua en el microondas mientras hacía la cama y sacaba la ropa del armario, escogida concienzudamente desde hacía días. Se bebió rápidamente el té, se duchó, se maquilló de forma sutil, se vistió y salió del piso. En el rellano pensó que no le daba tiempo a esperar a que el ascensor llegase hasta el noveno donde vivía. Ya en la calle sus pasos se apresuraban a la estación. No podía perder aquel tren.

DÍA 25. PIENSA EN UNA CASA QUE HAYA SIDO IMPORTANTE PARA TI

Luz. Eso es lo que más me gusta. Las ráfagas que prácticamente alcanzan cualquier rincón. También la luz de las personas que han pasado por allí. Sin embargo, ni las paredes más confortables libran de las noches oscuras. O de la oscuridad, a secas. Sin necesidad de que sea de noche.

La siesta para la rendición.

La calma para la inquietud.

La oración para mi fe.

La antesala para los sueños.

El lugar para ser yo…

                                               Sin molestar.

                                               Sin juicios.

                                               Sin que nadie lo sepa.

DÍA 26. UN TEXTO QUE RECURRA A LA SEGUNDA PERSONA

¡Qué crueldad estar al borde! Bueno, más bien qué dañinos son algunos bordes. ¿Lo has pensado alguna vez? Como las palabras que se quedan al borde de los labios y no llegan a expresar los sentimientos que arden en la garganta. O los bordes de un cuerpo que sabes que tus dedos no van a volver a recorrer. Quizá estuviste al borde de la cima, a un palmo de alcanzar el sueño que se desvaneció en apenas segundos mientras que la resaca de dolor se extendía durante días, semanas, meses quizá, ¿verdad?

Pero, sin duda, el que más te debe aterrar es el borde del precipicio porque allí suele faltar el aire y sobrar las palabras; la vida te pide que te retires y justo ahí te toca ser lo suficientemente valiente para valorar lo que eres y tienes. Solo así podrás desandar el camino que te llevó al filo.

Y esa, probablemente, sea la única vuelta atrás que te merecerá la pena. Volver. Y vivir. Volver para vivir.

DÍA 27. ESCRIBE UN AUTORRETRATO

 Aprieta el calor en estos últimos días de verano.

A mí me incendia el tedio

y la desgana de la rutina estival impuesta.

Y me vuelvo a decir que ya no más.

En ocasiones me entusiasman las historias que no se cuentan en los libros.

Me gustan las personas que luchan por aquello que quieren,

las que tienen motivos

y te invitan a unirte a determinadas causas.

Me gusta la gente que sueña.

Yo lo hago,

más despierta que con los ojos cerrados.

También entiendo a los que se rinden.

Yo lo hago,

consciente
y cuando el remordimiento me lo permite.

Mis miedos siempre gritan «no». Y me paralizan, me frenan,

para hacer todo lo que mi cabeza,

en un universo paralelo, sí hace.

No siempre me acostumbro a mí misma.

Me queda mucho por conocerme.

O será que, a veces, me desconozco.

Alguna vez me duelo.

Otra, me alegro de tanta imperfección.

 

DÍA 28. EL MOTIVO DE MI ESCRITURA

Escribo para entender, aunque sea un instante, lo que no comprendo.

Escribo para que fluyan desde mis manos

las palabras que mis labios no es capaz de pronunciar.

Escribo para alejarme de mis demonios.

Escribo para acercarme a mis pasiones.

Escribo inspirada por una imagen.

Escribo planificando cada letra.

Escribo por cobarde.

Escribo por valiente.

Escribo para ordenarme el mundo.

Escribo para desordenarme la vida.

Escribo de mí, de mi vida, de mi entorno.

Escribo de ti. Y para ti.

Escribo para hacer de mis cuadernos un lugar donde quedarme a vivir.

Escribo por no llorar.

Escribo para que la felicidad, cuando llega, permanezca.

DÍA 29. ESCRIBE Y MODIFICA TU DÍA

Ayer cambió la monotonía estival. Tanto que hasta cayó un chaparrón por la mañana. Creo que, precisamente por eso, yo hubiese hecho casi todo diferente: me hubiese bañado de sol y bronceado de sal. Le habría contado mi último deseo al mar y habría dejado abandonado, y a conciencia, el verano en la orilla.

Hubiese leído. No quiero que se me resista de nuevo ese libro al que se le están interponiendo otras lecturas, otros quehaceres, otras actividades que no requieren tanto de mi atención, mi comprensión y mi capacidad de reflexión. Por eso opté por una serie.

Estos días estoy tan agotada como los días de agosto.

Y septiembre va a necesitarme reiniciada.

DÍA 30. ÚLTIMO DÍA. ESCOGE ALGO DE LO QUE HAS ESCRITO Y ESCRÍBELO OTRA VEZ

Notas la tristeza en cada poro de tu piel.

Como si fuese el frío de enero.

Como si fuese la nostalgia de un domingo.

Como si fuese un recuerdo no olvidado.

Como todo eso pero diferente.

Sientes que se esfuma.

Sientes que se escapa y no puedes alcanzarlo.

Por más que corres no logras atraparlo.

No recuperas aquella emoción,

aquella expresión inexplicable

que parecía recomponerte tras haberte hecho añicos.

No vuelve lo que cada vez intuyes más lejos.

Y entonces ocurre de nuevo: el corazón se rompe.

Crac.

Publicado por

leticiatriguerosblog

Profesora, Periodista, Palabrera. Por efecto y por defecto. En ese orden o en otro cualquiera. Lo demás lo descubrirás en mis letras...o en mis retales.

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